Pablo Sibaja, investigador de la Universidad Nacional (UNA) explica que la mezcla de gas con
azufre y las lluvias provocan precipitaciones ácidas que ponen en riesgo a las comunidades de
la zona de Upala, zona aledaña al volcán Rincón de la Vieja.
A esto se suma el peligro inminente de una erupción pues la actividad sísmica se mantiene
constante en este macizo.